domingo, 31 de julio de 2011

HERMANOS Y NO TAN HERMANOS

Como advertencia, me gustaría empezar diciendo que esta es mi opinión. Y si estoy usando este medio, la palabra, es porque odio discutir ante otra personas que aparentemente tienen tantos buenos fundamentos como yo para estar del otro lado del río. Un río que dicho sea de paso me parece inevitable en la misma medida que inservible. Ya lo decían: ‘Los hermanos sean unidos, esa es la ley primera, si los hermanos se pelean, los devoran los de afuera’ Y aunque mucho no concuerdo con esta frase porque bien difícil es estar
unido a un hermano – tomado en el sentido de persona que acompaña tu vivir, tus cosas de todos los días, o algo en común y no en el sentido de compartir la sangre que realmente une a personas-  ya entendí que en la necesidad nos unimos, que cuando uno está mal tiende a agruparse, a hallar compañía en ese que tiene el mismo sufrir. Y es por eso que podes decir que otro que vive en tu mismo país es tu hermano, -mi hermano
argentino- y es por eso que su sufrir puede ser el tuyo. Siempre un enemigo externos nos une, está más que comprobado: lo comprobó la literatura, la música, la historia, la geografía, la Tele, el teatro, y los demás ámbitos. Es más fácil fortalecer la unión interna si la amenaza es externa. No es que se olviden los problemas que nos diferencian, solo que hacemos causa común. Es como en el fútbol, en el torneo interno yo soy de Racing, el de boca, ella será de San Lorenzo y otro de Tigre pero en el mundial somos todos Argentinos. Y no importa que jugador de que equipo lo hace, es gol y punto, festejamos, gritamos, cantamos hasta lloramos de alegría. Y si nos quedamos afuera lloramos todos juntos, perdimos. A la semana ya estamos todos otra vez divididos, yo soy Racing y no me alegro por los goles que meta un jugar de otro equipo.

Male.

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